viernes, 28 de junio de 2013

Superando tu récord personal


Un vicio que considero tiene la sociedad moderna es que con frecuencia entre gente altamente competitiva las personas tienden a compararse en casi todo. Si bien es bueno tener líderes o ejemplos que nos inspiren, compararnos demasiado entre nosotros puede traer frustraciones, pues cada persona es diferente y las habilidades y talentos son distintos. Más bien lo interesante aquí sería encontrar cuáles son nuestros talentos naturales y explotarlos al máximo, a la par que desarrollamos nuestras áreas de oportunidad.

Con frecuencia veo gente que se compara también en el plano personal. De pronto seguimos a la sociedad, y entonces nos encontramos con parejas que se casan con prisa porque "era la persona que estaba a la mano y todos mis amigos ya se están casando", o que se endeudan pagando un lujoso coche para aparentar una riqueza que no pueden tener. Ejemplos sobran.

Lejos de competir contra otros, lo cual puede ser sano si te lleva al desarrollo libre de envidias, aquél rival contra el que deberías competir en todo momento eres tú mismo(a) quien debe romper su propio récord. Y es que con frecuencia observamos más el andar ajeno que el propio, y es donde se pueden cometer errores importantes.

Algo que encuentro mucho, sobre todo en personas de mi generación es la falta de dirección en la vida. Quieren aspirar a todo, en muy poco tiempo, y se cansan enseguida si el resultado tarda. Como empleado en Recursos Humanos me toca ver mucha gente que cambia de trabajo constantemente, gente que cambia de hogar erráticamente, y que toma muchas decisiones precipitadas. Creo que las comodidades que la tecnología y la vida moderna nos ofrece nos ha vuelto muy adeptos a la recompensa inmediata y poco tolerantes a la frustración cuando descubren que el resultado muchas veces viene como consecuencia de la constancia y esfuerzo en un plazo prolongado.

Entonces me encuentro con potenciales clientes que batallan buscando pareja porque quieren divertirse sexualmente sin compromisos pero que a la vez quieren encontrar al amor de sus vidas para sentar cabeza, personas que quieren bajar de peso haciendo ejercicio pero que no dejan de comer, y gente que quiere formar un patrimonio pero cada fin de semana se van a gastar el dinero que se ganan en puras vanidades que no agregan ningún valor. Ya decía Platón: "la pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos", y es que a veces más que ambiciones tenemos deseos, placeres inmediatos que queremos satisfacer, y que por llegar primero se interponen en el camino a la gloria o la trascendencia.

Para destacar de entre el mar de indecisos que hay al día de hoy, requieres ser distinto, y enfocarte en aquello que quieres, tomar la carretera recta y no la sinuosa, encontrar una dirección en la que quieres ir, divertirte descubriendo en el camino y sobre todo aprender ordenadamente sin divagar demasiado.

Date cuenta:
  • Una persona con un propósito y una pasión es una persona que va bien encaminada al éxito
  • Una persona que va a ser exitosa normalmente ya tiene un plan a seguir y se apega a él con suficiente solidez como para avanzar lejos, pero a su vez con la suficiente flexibilidad como para sortear obstáculos si se presentan
  • Quién tiene una pasión se conoce muy bien a sí mismo y sabe cuáles son sus fortalezas a la perfección para seguir adelante
  • Una persona con dirección es una persona que llega más rápido a sus metas
  • Una persona convencida de lo que desea no actúa por inercia, ni por lo que hace el colectivo, sino por lo que realmente llama su interés
  • Una persona que sabe lo que quiere en su vida no se va a rendir al primer topiezo, sino que aprenderá de sus errores para seguir avanzando
  • Quien es constante superará su marca constantemente, ¿hasta dónde quieres llegar?
Haz reflexión, platica internamente contigo mismo(a) y descubre tus cualidades sin devaluarlas. Quizá eres buen orador, quizá eres buena trabajando con números. Quizá eres criticón, tu eliges si te quedas con tu hábito nocivo, o lo utilizas en tu favor, por ejemplo: en un talento para encontrar áreas de oportunidad.  ¿Ves cómo funciona el enfoque positivo?

Orienta tus cualidades en tu pasión y tendrás una fórmula potencializadora generadora de éxito. ¿Qué estás esperando?

¡Sigamos adelante! 

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