lunes, 24 de junio de 2013

Evita a las personas tóxicas


Cuando de pronto tendemos a salir de la zona de confort y frecuentamos otros lugares: fiestas, reuniones, quizá alguna actividad que te guste, como clases de pintura artística, o el gimnasio, por decir algunos ejemplos, es cuando más tenemos oportunidad de conocer otras personas, otros círculos, más allá de la escuela, la oficina o la familia, en estos últimos circulos nos movemos años y ahí podemos quedarnos siempre, viendo a la misma gente.

De pronto descubrimos que el mundo es muy vasto y encontramos todo tipo de personas, si te comportas de manera natural seguramente encontrarás gente con gustos y aficiones similares; de repente y puedes encontrar a una pareja potencial, o una amistad íntima interesante, y comienzas a convivir con esta persona. Todo va genial: hay química, hay afinidad, pasa un tiempo, generas confianza y de pronto ¡PAF! Descubrimos que es una persona espinada o tóxica.

El término "persona tóxica" hace referencia a esa gente que frena tu desarrollo, o reduce tus libertades, o fomenta el pesimismo, o incentiva el odio, o boicotea tus sueños, ¡o todas juntas!. Éstas personas, con o sin intención consciente, truncan tu camino a la libertad emocional. Hay un libro que recomiendo mucho de Bernardo Stamateas, Teólogo, Psicólogo y Terapeuta, "Gente tóxica" hace alusión a varios tipos de personas que pueden afectar nuestra vida y básicamente los agrupa en:

  • Los mete culpas. Estas personas continuamente echan la culpa a otras personas cuando con frecuencia ellos son productores de sus propias desgracias. Hacen sentir mal a otras personas.
  • El envidioso. Esta persona cela los logros de otros y busca sabotearlos con malas intenciones, chismes, etc.
  • El descalificador. Se la pasa degradando los logros de los demás a los ojos de la gente, está empeñado en opacar la imagen de lo que ante otros es o parece bueno sólo para su satisfacción propia.
  • El agresivo verbal. Aquel que se la pasa maldiciendo, gritando, hablando mal, insultando, tiene poco tacto, es vulgar, humilla a otros.
  • El falso. Aquel amigo que parece encajar contigo en todo sólo por conveniencia o para guardar las apariencias. Esta persona aparece cuando te va bien y cuando te va mal... simplemente no existen para ti.
  • El psicópata. Éstas personas sólo hacen lo que quieren y nada más, con frecuencia llegan a posiciones de poder y autoridad pues carecen de escrúpulos y les permite escalar peldaños rápidamente, por la vía deshonesta.
  • El mediocre. Una persona que ha perdido pasión por la vida, es banal y sin sentido, con frecuencia sólo busca el placer inmediato a través del alcohol, la comida, el sexo, etc.
  • El chismoso. Aquella persona que desperdicia tiempo valioso en estar fisgoneando a otros y estar creando rumores.
  • El jefe autoritario. Aquel jefe que no desarrolla a sus empleados, sino que infunde temor. El sistema poco a poco presiona con ir desapareciendo ésta figura tan frecuente y dañina para el crecimiento de los negocios o empresas.
  • El neurótico. Ésta persona es pesimista y a todo le halla lo malo. En un fin de semana no quiere salir porque de noche es peligroso, no quiere meterse a la alberca porque se puede ahogar, no quiere ir a un día de campo porque puede encontrarse una serpiente, o un oso, no se involucra con la gente porque teme que lo lastimen. Vive en constante cuidado y temor, en el trabajo busca la perfección absoluta, con frecuencia haciéndole lento en su ejecución.
  • El manipulador. Entiende perfectamente a sus víctimas y actúa de forma tal que actúan a favor de él o ella en detrimento de otros
  • El quejoso. Reacciona y no acciona. Tiene quejas de todos: de la pareja, de los papás, del jefe, del hermano, del sistema, de la sociedad, del clima, del mercado financiero. El mundo debe girar en torno a él y funcionar mecánicamente perfecto para él. Se comportan de manera infantil.
Los hombres con frecuencia somos más propensos a caer en manos de personas tóxicas (las mujeres son más intuitivas y detectan a estas personas más fácilmente, los hombres a veces somos medio lentos para esto), sobre todo en el ámbito de pareja, una de las compañías en nuestra vida que puede resultar más potenciadora o dañina que ninguna otra, pues con frecuencia es la persona con la que pasamos más tiempo o compartimos más experiencias. 

El hombre muchas veces se siente en el instinto natural de "proteger", o "salvar" a una mujer de una vida llena de tristezas y desánimos, como si de un príncipe azul se tratase, sólo para darse cuenta que su relación demanda mucha energía, con frecuencia conduciendo a una relación de poco disfrute y de mucho sufrimiento. He visto personas con un gran potencial que terminan siendo limitadas por una persona tóxica, a veces de forma permanente pues terminan casándose con ellas. Éstas personas que juegan el papel de "salvadoras" a menudo anteponen sus intereses ante los de la otra persona de forma desinteresada, perdiéndose en el proceso. Son gente de mucho compromiso, con poco carácter, y con frecuencia con creencias limitantes que se viven desde su familia nuclear. 

En alguna ocasión así pregunté a una chica que recien casada ya tenía problemas con su esposo y me contestó, "la vida es injusta, nunca podemos tener lo que queremos, así es esto, te tienes que resignar, ¿por qué no maduras tú, Pedro? debes hacerte a la idea que amar es sufrir..." ¡pero qué terrible forma de vida! pensé yo. Resulta que ella, desde pequeña, vivió en una familia de clase media frustrada, siempre envidiando a otros, quejándose de todo y sufriendo de pasada, sus papás le formaron una "defensa" que era la resignación... sólo así podía seguir adelante, por lo tanto veía su vida tóxica de forma natural.

Con frecuencia nos cuesta aceptar que una persona es tóxica y afecta nuestras vidas, sobre todo si se trata de alguien con quien tenemos apegos o que estimamos. Pero es cuando debemos entender que la relación entre dos personas (ya sea amistad o una relación de pareja), debe ser un ganar-ganar donde dos personas siguen por el mismo camino en pro de un ideal o un bien común que los hace llegar más lejos que si lo hicieran solos. Las relaciones humanas provechosas se dan colectivamente en colaboración bilateral, nunca de un solo lado.

Cuando descubrimos que una persona es tóxica tenemos que renunciar a ella. Es momento de alejarse y ser indiferentes. Tristemente existen muchas personas tóxicas que no cambian, y no podemos hacer nada para que mejoren. Y alejarse muchas veces no es fácil.

Pueden darse casos de personas tóxicas en nuestra familia, o en la pareja, que son inevitables dejar de lado. A veces son los años y las heridas que causa a veces la vida los que poco a poco "intoxican" a la persona. En ese caso podemos tratar lo más que podamos de convencerlos que necesitan ayuda profesional; las bondades de la Psicología aquí puede ayudar exitosamente a  personas tóxicas a cambiar de enfoque o sanar correctamente de viejos traumas. También pudiera ser que descubras de pronto que tú tienes una personalidad tóxica, y la gente tiende a evitarte. Si de pronto te encuentras solo o sola, y no te explicas qué es lo que está pasando, quizá sea momento de que reflexiones sobre tus comportamientos. Si crees sentirte identificado con alguno de los tipos de persona tóxica, lo más seguro es que estés acertando. La buena noticia es que una persona tóxica puede cambiar. Busca ayuda. En próximos post iré publicando técnicas que seguro ayudarán a todos.

Debemos buscar siempre las personas positivas y llenas de energía, ¡que también abundan más de lo que crees! La energía es contagiosa y nuestra calidad de vida se puede ver muy mejorada en compañía de estas personas dotadas de luz vital que nos llena y nos encamina hacia la Libertad mental.

Evita la gente tóxica, rodéate de gente luminosa que realmente te quiere. Tu espíritu lo agradecerá, y te verás multiplicado en dicha y felicidad... ¡ya verás!

¡Arriba y adelante!

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