domingo, 30 de noviembre de 2014

Cultivar para cosechar: la importancia de hacerse de un círculo social amplio



Ahora quiero publicar una notita que pudiera serles interesante sobre la importancia de cultivar buenas relaciones personales. Y es que resulta que mantener familia y amigos cerca es más importante de lo que parece. De acuerdo a diversos estudios, el apoyo social es mucho más que sentirse bien en grupo. El apoyo social nos da salud, física y mental. Para quien quiera profundizar más en contenido teórico puede buscar en internet "teorías del apoyo social". Hay muchos autores que la validan y la han estudiado a fondo, por ejemplo, en casos de personas enfermas, la tasa de supervivencia aumentaba cuando contaban con personas que pudieran brindar apoyo social y moral, en el caso de enfermos terminales prolongaba su vida por varias semanas o meses, incluso hay casos muy felices donde se produce incluso un alivio de la enfermedad.

Tener gente alrededor que nos aprecia y nos quiere nos hace sentir atendidos, protegidos, escuchados, mimados. Nos hace sentirnos mucho más seguros. Y aunque con o sin personas a nuestro alrededor, tenemos una valía y un autoestima que no deben depender de nadie más, el vernos espejeados por alguien más nos hace refrendar o validar esa valor que sentimos que tenemos.

Es por eso que ser buena persona, ser cortés, interesarse por otros, y dar pequeñas muestras de afecto sin esperar nada a cambio se vuelven muy importantes. Cultivar para cosechar. Esos círculos sociales, esas amistades, esos familiares más cercanos, son los que pueden hacer la diferencia al momento de una adversidad. Está comprobado que el contarle a alguien de nuestros dramas y problemas de la vida produce una liberación de carga emocional tremenda, un alivio a veces inexplicable que nos hace daño si no lo canalizamos apropiadamente.

Hay muchas formas de apreciar la vida, para aprender a mirar el lado bueno de las cosas, ser positivos y aprender a ser feliz; porque creo que ser feliz, si bien puede ser natural en algunos, otros deben entrenarse en el arte de mirar con el vitral correcto, a pintar su vida con colores alegres. 

Pero, he esuchado cosas como:

  • ¿Y cómo puedo ser feliz, si la vida de uno ha sido caótica, por suerte o circunstancias de la vida así me tocó? 
  • ¿Y si tengo una enfermedad incurable, y mi tiempo de vida es reducido?
  • ¿Y si tengo un familiar enfermo de hace años, y ha sido tortuoso el día a día? 
  • ¿Y si ya van varios meses que no encuentro trabajo, y tengo deudas y familia que mantener?
  • ¿Y si mi pareja de toda la vida me ha engañado? ¿Cómo puedo ser feliz?
  • Y muchas otras situaciones
Claro que será difícil ser feliz en momentos de adversidad, que desafortunadamente pueden ser reveses de la vida que se prolongan por mucho tiempo. El apoyo social se vuelve entonces clave para encontrar esos momentos de felicidad que tanta falta hacen y que son oxígeno puro para poder considerar a la vida como algo valioso, donde además, podemos encontrar alivio. Recordemos que la felicidad puede ser espontánea y vivirse en breves momentos, no necesariamente debe ser total y permanecer en el tiempo de fijo. Va y viene. Y depende de nosotros que esos breves momentos sean más frecuentes.

Ayudar a otros también es clave, la teoría del apoyo social funciona en ambos sentidos, para el que ayuda, y para el que recibe ayuda. Más que un acto de altruismo, es un acto que nos favorece en el interior. Podrás no recibir nada a cambio, en lo material. Pero en lo espiritual, y el lo psicológico, hay un crecimiento en el interior, que nos da fuerza, que nos da salud, que nos hace sentir bien. Si nunca has ayudado a alguien sin esperar nada a cambio, te invito a que lo hagas, verás que si recibes algo a cambio, un intangible que no puede ser medido en lo material. Te darás cuenta que como seres humanos somos naturalmente solidarios, y puedes encontrar en el ayudar una sensación inexplicable que te hace valorar lo que eres, lo que tienes, y lo que puedes hacer por otros. 

Procura cultivar amistades, a donde quiera que vayas. Tener esa sensibilidad puede prolongar tu vida, y no sólo eso, hacerla más plena, más llena, más llevadera. Porque nunca sabes de dónde puede venir el apoyo cuando más lo necesites. Y cuando sucede, entonces entiendes, la importancia de cultivar, para cosechar más tarde.

¡Hasta la próxima!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario