jueves, 10 de abril de 2014

Los Cuatro Acuerdos: Se impecable con tus palabras



Quiero comenzar a partir del día de hoy platicando mi experiencia personal, leyendo y viviendo los 4 acuerdos toltecas. Forman parte de un libro llamado "Los Cuatro Acuerdos" de Miguel Ruiz. Es un libro que recomiendo mucho. Tuve oportunidad de leerlo hace un par de años pero es ahora cuando a través de re-leerlo como parte de los proyectos de Liberación Mental caigo en razón de muchas cosas y que me gustaría transmitir.

Mis comentarios son ajenos al contenido del libro, de verdad lo recomiendo.

Hoy quiero dedicar este post al Primer Acuerdo que es: "Ser impecable con tus palabras". Miguel Ruiz en su libro habla del lenguaje como un "poder" o "magia" que tenemos los seres humanos para crear y modificar realidades. Es cierto. Los seres humanos somos la única especie en tener un lenguaje tan rico y complejo, capaz de transmitir un sinnúmero de ideas y emociones, con sus tonos y matices.

Es sin embargo el lenguaje un arma de doble filo: tanto podemos crear, construir y demostrar afecto a través de las palabras, como podemos destruir, envenenar y afectar a las personas a través de un lenguaje pobre o negativo. Ya he escrito aquí sobre las personas tóxicas, muchas de las acciones de estas personas involucran el lenguaje, a través del chisme, de levantar falsos, de insultar, de lanzar dobles mensajes, de ser falsos o hipócritas, etc. Ya sabemos que a estas personas hay que evitarlas, y que cuando forman parte de entornos inevitables como el trabajo, o la escuela, lo que podemos hacer es evitar involucrar demasiado en nuestras vidas privadas a estas personas, y restarles relevancia y peso a sus acciones en nuestros días.

Ya he hablado también del filtro verbal, y el cómo cuidar nuestro manejo de las palabras a modo de evitar afectar a otros sin querer. Es una habilidad que debe trabajarse en la vida, y que incluso puede perderse si deja de ponerse en práctica. Incluso podemos ser presas de nuestro propio lenguaje negativo.

Ser impecable con las palabras considero que también implica el tener la resiliencia para tolerar las palabras de otros. Sin importar su intención, voluntaria o involuntaria, debemos saber tolerar las críticas, insultos y quejas de personas que a veces quieren vulnerar nuestra paz interior. A través de hacernos conscientes de esto podemos restar importancia a lo que nos digan los demás.

El ser impecable con las palabras nos abrirá muchas puertas, y muchos corazones. Podrás ganarte la confianza de la gente, a la par que podrás tu confiarte en otros, ganando a personas invaluables. Muchas veces no sabemos lo que perdemos cuando nos comunicamos de manera pobre, o seleccionamos sin cuidado las palabras y tono en que hablamos las cosas.

El cuidar el lenguaje también nos permite evitar el "efecto búmerang" o "el karma" porque cuando herimos a otros con nuestro lenguaje, nos hacemos daño a nosotros mismos, a nuestras futuras interacciones con las personas que lastimamos, a nuestras relaciones de familia, pareja, etc. Puesto que vamos lastimando la imagen que tenemos ante esas personas. Una persona que hemos insultado, voluntaria o involuntariamente, es una persona que puede ya no tratarnos tan bien, o que puede actuar de manera defensiva. 

Es un principio increíble, el ser impecable con las palabras. Desafortunadamente no todo el mundo va a practicarlo, por ignorancia o bien por ser malintencionada. Pero eso no impide de ser nosotros quienes pongamos el ejemplo, pues nuestras palabras también pueden cultivar amor, paz, armonía. Y es una buena costumbre que se contagia a otros, y que impacta sus vidas de forma positiva. 

Inculquemos pues en otros el hábito de ser impecables con nuestras palabras.

¡Ánimo!

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