martes, 12 de noviembre de 2013

Viviendo la transformación


Transformación. Acción o efecto de transformar o transformarse. Alteración de un proceso o sistema debido al cambio de una o más variables.

Es normal que una transformación nos de miedo al vivirla. La transformación no siempre asegura que será mejor que el estado anterior. Existen mutaciones a los procesos, caminos o escenarios alternativos que el sólo verlos en otras personas nos causa parálisis de acción. A veces ni los vemos -basta imaginar la posibilidad de que ocurran-. Son esas cosas que nos hace luchar en contra de nuestra propia naturaleza cambiante y adaptable. Y hace que algunos se queden como orugas por siempre, sin cambios. Lo que muchos no saben es que de errores se han hecho grandes descubrimientos. La Serendipia (encontrar algo que no estabas buscando) sucede y hay que capitalizarla. Hay que aprender a ver las cosas con otros ojos.

Es común que una transformación sea incierta. Por más variables que queramos controlar puede suceder que el resultado no sea el esperado, o peor aún, que el resultado nunca se dé. A veces es sólo mala suerte, en otras ocasiones, es producto de una planeación inadecuada o de un actuar sin pensar bien las cosas. A veces se requerirá adquirir una habilidad en el camino para sortear bien los obstáculos.

Es común que una transformación sea dolorosa. A veces, para lograr el objetivo deseado hay que hacer grandes sacrificios. De tiempo, de recursos, a veces de gente. Podemos perder de buenas relaciones y amistades por vivir una transformación. Se trata de establecer prioridades sobre qué queremos y cómo. A veces no se puede todo. Hay que pensar en el largo plazo.

Una transformación nunca es a medias. Es un proceso completo de cambio. Para que el cambio sea consistente debe ser gradual. Un paso a la vez. Pero esos pasos siempre serán definitivos. Y no hay vuelta atrás. La flor no puede regresar a hacerse semilla. Un ser vivo no puede regresar a ser embrión. Los días pasados no podrán volver nunca.

Una transformación deja experiencia. Cualquiera que sea el resultado. No dejes de vivir una transformación siempre que tu intuición te lo dicte. Pero tampoco puedes vivir transformando. Recuerda que una tranformación, al menos en la naturaleza, siempre tiene fases, necesitas dar estabilidad a tu vida para producir cambios positivos, permanentes y consistentes.

Maneja tu vida, tus tiempos, y vive tus transformaciones plenamente, y no a medias. Se auténtico y no busques transformarte en lo común, lo "normal", lo acostumbrado. Sé libre, decide por tí y no por otros.

Verás que vale la pena.
Y podrás agradecer por todo lo que tienes y tendrás. 

Estamos de vuelta. ¡Arriba y adelante como siempre!

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